La Biometeorología es una ciencia interdisciplinar que estudia las relaciones entre los organismos vivos y los procesos atmosféricos.
Los estudios biometeorlógicos no se encuentran limitados a un ámbito espacial determinado siendo posible su desarrollo a diferentes escalas espaciales y también temporales al poder centrar sus análisis tanto en aspectos microbiológicos como acometer investigaciones relativas a cambios ambientales globales.
A grandes rasgos podremos diferenciar tres grandes áreas de conocimiento biometeorológico en las que se enmarcan los diferentes estudios realizados:
Los primeros pobladores de la tierra se vieron sometidos por el clima en aspectos tales como el acceso al agua dulce y la disponibilidad de recursos naturales con lque alimentarse. Tras mucho años de evolución, el dictado de la atmósfera sigue siendo muy importante tal y como lo demuestran a diario, las noticias en los medios de comunicación. Sin embargo, es la primera vez en la historia del hombre en donde el sistema climático está siendo alterado por el mismo de forma global. La actividad humana de los últimos siglos y el desarrollo tecnológico han propiciado la aparición de grandes cambios ambientales, entre ellos el cambio climático, que avocan al ser humano a una etapa de reflexión en torno al rol que debe jugar como miembro activo de los sistemas naturales del planeta tierra.
El clima y el tiempo atmosférico afectan al ser humano desde su nacimiento hasta que muere. Bajo esta premisa inicial aparece desde la Biometeorología Humana (BH) un especial interés por el estudio de la relación entre la salud humana y el clima. Algunos de los temas de estudio de la Biometeorología Humana están claramente vinculados con temas como el calentamiento global, los eventos climáticos extremos (tsunamis, inundaciones) o la propagación de epidemias de enfermedades infecciosas (gripe aviar) y generan una gran preocupación a nivel mundial en este sentido.
La Biometeorología Humana muestra también un gran interés en el estudio de la interacción entre las variables atmosféricas (temperatura del aire, viento, humedad del aire, flujos de radiación, lluvia, rayos…) y la salud humana a la escala meteorológica. Los cambios meteorológicos – el tiempo atmosférico – están también relacionados con procesos físico-químicos y microbiológicos de gran relevancia en el mundo de la medicina y tienen su repercusión en la salud de los seres humanos.
Desde el conocimiento científico, en ambas escalas de trabajo, se plantea la necesidad de desarrollar Sistemas de Alerta Temprana que nos permitan anticipar los potenciales riesgos potenciales que el cambio y la variabilidad climática tienen sobre la salud humana.
El actual contexto de cambio climático hace más necesario que nunca atender a estos aspectos al ser las plantas y los animales los seres vivos que antes están respondiendo a las variaciones climáticas inducidas por la actividad humana.
La Biometeorología Animal (BA) centra su trabajo en el análisis de la relación existente entre el comportamiento atmosférico de corto y la vida animal, con especial énfasis en el estudio de la adaptación de los animales a ambientes extremos. El estudio de las respuestas psicológicas, bioquímicas, nutricionales y de comportamiento de los animales (domésticos, salvajes y de laboratorio) a estos cambios ambientales es de especial interés.
Las principales líneas de trabajo reconocidas como prioritarias desde la Comisión de Biometeorológía Animal de la International Society of Biometeorology (ISB) son: los problemas en la producción animal asociados al clima y el cambio climático; el uso de las nuevas tecnologías (biotecnología, ingeniería genética y modelización) para mejorar la adaptación de los animales a los cambios tanto en materia de supervivencia como en términos de productividad; la prevención de la extinción de los animales mediante una mejor comprensión de cómo éstos se adaptan al cambio climático; el análisis de los factores climáticos que afectan la morbilidad y la mortalidad de los animales; el impacto de las condiciones ambientales en el manejo de los animales domésticos y en cautiverio (por ejemplo, vivienda, nutrición, crianza, etc.); la mejora de los modelos predictivos que anticipan el impacto del cambio climático en la salud animal y su bienestar; la investigación de los métodos que los animales (peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos) usan para hacer frente a los cambios en su entorno.