VISIÓN
La historia del planeta en el que habitamos muestra innumerables situaciones en las que la madre naturaleza ha incidido sobre el devenir humano. Durante siglos, el hombre ha empleado los recursos naturales de la tierra para su crecimiento y desarrollo tanto en las sociedades recolectoras como en las agrícolas, las industriales o tecnológicas. En cualquier periodo histórico LA SALUD ha sido uno de los grandes temas objeto de conversación y preocupación diaria de las personas. No menos relevante lo ha sido el TIEMPO ATMOSFÉRICO, asunto siempre importante en el mundo de la agricultura y del mar, en el transporte, bien sea aéreo o por carretera, o en los pronósticos para las temporadas vacacionales o en los ascensores. Este carácter, a veces de comodín social, no resta notoriedad a la gran importancia que el tiempo tiene en las actividades del ser humano y en su salud.
La aclimatación y la adaptación de los seres vivos a los cambios suele ser progresiva y constante a lo largo de su vida. De no producirse ésta, nuestro organismo se enfrenta a una crisis de salud. Al trasladar este hecho a la esfera meteorológica y climática nos encontramos con una continua necesidad de cambio dada la variabilidad de la dinámica atmosférica.
Existe la creencia generalizada de que el tiempo cronológico y los ritmos naturales caminaban de la mano en el pasado, de forma acompasada, de tal manera que las necesidades humanas se satisfacían de forma armónica desde el medio natural atendiendo a la estacional climática y a la cotidianeidad de los procesos físicos diarios. Este hecho puede ser cuestionable por responder a una idealización de la naturaleza si bien lo que no resulta tan cuestionable es que actualmente, los ritmos cronológicos y los naturales han perdido su sincronicidad.
La aceleración de los ritmos productivos y de transporte ha incrementado su velocidad, día a día, mientras los ritmos naturales intentan mantener sus ritmos físicos y biológicos. De no ser así, como por ejemplo cuando una célula acelera su proceso de duplicación o cuando el clima altera su variabilidad natural… el hombre tiene un serio problema. El desajuste extremo con el ritmo natural del cambio implica desadaptación y, la incapacidad para adaptarse, conlleva en gran medida una crisis de salud en ciertas personas.
La ciencia biometeorológica nos recuerda que este hecho tan básico está presente en las relaciones hombre-atmósfera hoy día tanto en condiciones naturales como artificiales. Es obvio y conocido a través de la experiencia acumulada del saber colectivo que estos dos conceptos tan comunes TIEMPO Y SALUD se hayan profundamente conectados. Sin embargo han sido relativamente pocas las iniciativas orientadas hacia un estudio científico de este hecho.
MISIÓN
Desde el grupo GEOBIOMET proponemos el estudio integrado de ambos elementos a muy diferentes escalas espaciales y temporales. El fin último es el desarrollo de sistemas de alerta biometeorológicos (SAB) que mejoren la calidad de vida de las personas y ayuden a gestionar los recursos naturales, agrícolas, ganaderos y sanitarios.
En el actual contexto socio-economico resulta necesario el desarrollo de nuevos enfoques epistemológicos en materia científica que aborden desde la transversalidad aspectos como el que aquí se presenta ¿Cómo nos afecta el clima? ¿Y el tiempo atmosférico y sus cambios? ¿Hasta qué punto estos cambios intervienen sobre nuestra salud personal o la de los animales o plantas?.
Solo desde la esta transversalidad se pueden encontrar las respuestas adecuadas a este tipo de problemas complejos. El sentido común, complementado con la lógica binaria que tan útil resulta desde un punto de vista técnico, resultan claves de cara a lograr un mayor conocimiento de los procesos físicos y biológicos que actúan sobre el ser humano siendo el fin último la implementación de sistemas de toma de decisiones que preserven y mejoren la calidad de vida de los seres vivos.
OBJETIVO DE GEOBIOMET
El principal objetivo de GEOBIOMET consiste en el desarrollo una línea de trabajo e investigación dentro del marco de la ciencia biometeorlógica en la Comunidad de Cantabria, bajo el paraguas de la Universidad de Cantabria (UC), ligada a uno de sus pilares del Campus Cantabria Internacional, con una clara vocación de proyección internacional en donde la innovación basada en las nuevas ideas y en la redefinición de los conceptos científicos tradicionales nos permita lograr resultados científicos que mejorar la calidad de vida de las personas.